jueves, 12 de enero de 2012

Mérida


MÉRIDA
         Llegamos a la ciudad de Mérida cuando estaba esa mañana cubierta por una fuerte niebla que le daba un aspecto misterioso; parece, según sus habitantes, que es normal en esa época otoñal. Algunos datos sobre la ciudad y en particular del Teatro Romano, su monumento estrella.
         Según la opinión más difundida, la ciudad fue fundada en el 25 a. C. con el nombre de Colonia Iulia Augusta Emerita por el legado Publio Carisio, y orden de Octavio Augusto, para los soldados eméritos licenciados del ejército romano, de dos legiones veteranas de las Guerras Cántabras.
         La ciudad fue la capital de la provincia romana de Lusitania. Se inicia así un periodo de gran esplendor del que dan testimonio sus magníficos edificios: el teatro, el anfiteatro, el circo, los templos, los puentes y acueductos.
         Durante siglos y hasta la caída del Imperio Romano de Occidente, Mérida fue un importantísimo centro jurídico, económico, militar, cultural y una de las poblaciones más florecientes en época romana.
         La ciudad, fundada bajo la dominación de Roma, adquirió una importancia notable, situándose entre las grandes urbes del imperio. Por todo el casco urbano perduran restos de aquella grandeza.
                  El teatro, con una capacidad para 6000 espectadores es una  construcción promovida por el cónsul Marco  Agripa. Según fecha inscrita en el propio teatro, se inauguró entre los años 15 a 16 a.C.
         Ha sufrido varias remodelaciones, la más importante, a finales del siglo I o principios del siglo II, posiblemente en época del emperador Trajano, cuando se levantó la actual fachada o frente de escena, y otra en época de Constantino entre los años 330 y 340, introduciéndose nuevos elementos arquitectónicos-decorativos y construyéndose una calzada que rodea el monumento. Tras el abandono propiciado por el cristianismo, éste se abandona y cubre de tierra, quedando solamente visible la zona superior del graderío (summa cavea).                                    
           El teatro ubicado en el Conjunto Arqueológico de Mérida que es uno de los principales y más extensos conjuntos arqueológicos de España, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993 por la UNESCO. El teatro se localizaba dentro de la ciudad romana en una situación periférica de la misma, junto a la muralla; apoyándose parte del graderío en el Cerro de San Albín.
         Además de ser el monumento más visitado de la ciudad, desde 1933 alberga el desarrollo del Festival de Teatro Clásico de Mérida con lo cual recupera su función original.
         Con algo más de 50.000 habitantes, Mérida se presenta al viajero como una urbe de enorme atractivo, fundamentalmente por su legado romano. El Museo Nacional de Arte Romano es otro lugar con mucho tirón para el visitante. Obra de Rafael Moneo y construido en 1975 con motivo del bimilenario de la ciudad, ofrece a través de sus salas, facetas de la vida cotidiana, los espectáculos públicos, la religión, los ritos funerarios, la casa y el foro; en definitiva, de la cultura romana en España.
         La actividad turística y su condición de capital de la comunidad autónoma de Extremadura están asentando un nuevo despegue de la ciudad, tras siglos de abandono.
         La siguiente presentación da muestra de todo ello. Uno de los lugares más interesante de este viaje.







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