jueves, 9 de febrero de 2012

Plasencia (Cáceres)


     



PLASENCIA 



             Algunos datos históricos sobre Plasencia. 

           En ese emplazamiento se han encontrado restos de un castro celta. Durante el Imperio romano fue un campamento militar de las legiones romanas, y posteriormente un alcázar árabe, hasta que fue reconquistada por Alfonso VIII de Castilla y refundada como Ciudad Libre en 1186 con el lema "Ut placeat Deo et Hominibus" (para agrado de Dios y de los hombres). En ese mismo año se empezó la construcción de su muralla defensiva. Desde su fundación Plasencia fue ciudad de realengo, es decir, que era propiedad exclusiva de la Corona. Se le otorgaba su dominio a las reinas de Castilla. En el año 1195, como consecuencia de la batalla de Alarcos, fue conquistada por los almohades. Dos años después pasó de nuevo y definitivamente a poder del rey castellano, quien ordenó acabar su amurallamiento, finalizado en 1201. 

           Desde 1189 Plasencia dispuso de sede episcopal. En 1446, por deseo del cardenal Juan Carvajal, se crearon allí unos estudios de Humanidades, que fueron los primeros estudios generales de rango universitario que existieron en lo que hoy es Extremadura. 

       La primera referencia escrita que se tiene de una corrida de toros se halla en las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, en el llamado "Toro de Plasencia" en la que se narra lo acontecido en una corrida celebrada en la plaza mayor de la ciudad y donde gracias a la intervención milagrosa de la Virgen un hombre salva su vida de morir a manos de uno de los toros que se estaban lidiando en ese momento. 

        Juana la Beltraneja y Alfonso V de Portugal, se casaron el 12 de mayo de 1475 en la Plaza Mayor de la ciudad, donde fueron proclamados reyes de Castilla y Portugal. 

         La ciudad ha participado en varios hechos relevantes de la historia de España a lo largo de los siglos, como la Batalla de las Navas de Tolosa, la rebelión de los Comuneros de Castilla, las campañas de Flandes e Italia y frente a sus murallas se han librado batallas durante las Guerras Carlistas.. 

            Plasencia tuvo importancia también durante la conquista americana, puesto que gracias a las campañas promovidas por los obispos placentinos se descubrió y conquistó la Patagonia argentina y las islas Malvinas, así como cruzar el canal de Beagle y avistar por vez primera la isla de Chiloé. 

         Plasencia fue el lugar recomendado por los médicos de la corte a Fernando el Católico como lugar más saludable de todos sus reinos y donde debía fijar su residencia. El monarca se trasladó a vivir allí  en 1515. Murió en Madrigalejo cuando viajaba desde Plasencia a Guadalupe para a asistir al capítulo de las órdenes de Calatrava y Alcántara en el Monasterio de Guadalupe. En Plasencia se reunió por primera vez Bartolomé de las Casas con el rey Fernando el Católico, para exponerle su postura ante la situación de los indígenas en América. 

        La biblioteca del palacio real del Monasterio del Escorial se creó con los libros pertenecientes al Palacio Episcopal de Plasencia, que fueron trasladados al monasterio madrileño por orden del rey Felipe II de España. Más tarde, el obispo placentino Pedro Ponce de León donó al Escorial parte de su biblioteca, entre cuyas obras se encontraba el Códice Emilianense, procedente del Monasterio de San Millán de la Cogolla y donde se encuentran las primeras palabras escritas en castellano. 

         En el año 1917 el pintor valenciano Joaquín Sorolla inmortaliza la ciudad en uno de sus cuadros: El Mercado, en el que pinta la vista desde una de las márgenes del río Jerte, con el Palacio Episcopal, la Catedral, el puente Trujillo y mujeres ataviadas con el traje de Montehermoso. 

         Otro aspecto destacable en Plasencia son las dos catedrales que aquí se conservan, un privilegio que comparte con Salamanca y que da fe del inmenso poder social y económico que ostentaba la diócesis en la Alta Edad Media y en el Renacimiento. Un poder, un orgulloso desafío, que va desde la filigrana del coro de Rodrigo Alemán hasta la suntuosidad del retablo mayor, obra maestra de Gregorio Fernández.

          El claustro, de planta irregular es el eje que engarza las dos catedrales . La Catedral Vieja, llamada de Santa María data de los siglos XII y XIII, tránsito del románico al gótico, con tres naves y cuatro tramos con bóvedas de crucería, románica en sus columnas y capiteles en los que se pueden ver águilas entrelazadas, animales fantásticos o capiteles historiados y ventanales con cierre de alabastro pero gótica en sus arcos y bóvedas. Cuando el cabildo decidió construir la Catedral Nueva a finales del siglo XV, quedaron destruidos el primitivo crucero, el ábside y las capillas adyacentes, pero aún podemos admirar el claustro recoleto y la sala capitular o capilla de S. Pablo, síntesis maravillosa y atrevida de estilos en la que se funde el románico con el gótico bajo la inspiración bizantina de su cúpula y torre gallonada, conocida popularmente como la "torre del Melón".






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